Sergio's Blog

Nathalie

February 26, 2020

Desde hace unos años voy con regularidad a un gimnasio cerca de la casa. Dos veces por semana, generalmente, a veces tres. Al principio corría un poco en la máquina estática y hacía una rutina de ejercicios con los pesos ligeros. Luego Andrea me hizo probar uno de los cursos de grupo y terminé asistiendo con regularidad. No soy de esas personas a los que hacer ejercicio los hace sentir muy bien pero el dolor de espalda si se me ha quitado.

A pesar de llevar años viendo a mucha de la misma gente en la misma clase, no conozco realmente a casi nadie. La mayoria de la gente, al igual que yo, va a hacer ejercicio y seguir con su vida sin perder tiempo conociendo a nadie. Cuando quiero decirle a Andrea algo sobre alguno de ellos uso diferentes referencias: “Iron Maiden” (un tipo que siempre va con camisetas de Iron Maiden), “el greñudo”, “la señora que mueve los brazos así todo raro”, etc.

El jueves pasado, antes de empezar el curso, la instructora nos hizo saber que una de las habituales del curso habia fallecido el lunes pasado de ruptura de aneurisma: Nathalie. Era una de las tres o cuatro personas a las cuales le sabía el nombre y la única con la que tenía conversaciones más alla del saludo. Los dos eramos de los más antiguos del curso, yo llevo tres años, ella levaba más. Nathalie tenía 39 años, corria maratones. Era buena gente y desparpajada. En el último maratón que corrió, las uñas de los pies se le pusieron negras y una de ellas se le cayó. Ella contaba cosas así.

Ese lunes habíamos hablado un poco antes de la clase, como todos los lunes. Ella llegaba temprano y le preparaba el puesto a las amigas. Hablamos de la ausencia de buenos restaurantes en la zona industrial donde yo había trabajado y ella trabajaba. Le dije que con mis colegas contamos con una microcervecería al lado del trabajo donde podemos calentar la comida en micro-ondas.


Written by Sergio G.