Vaqueros y piratas
December 27, 2016
Ya se sabe que el género western es en esencia el mismo que el de las películas japonesas de samurai sin amo, al punto que se pueden transcribir películas de uno al otro sin problema, como en el caso de los 7 samurai (o de Por un puñado de dolares). Son historias sobre las fronteras de la sociedad (fronteras geográficas y morales), donde los personajes son hombres más de acción que de ideologías o discursos. Como hace poco leí “La isla del tesoro” y además repetí la trilogía de Sergio Leone con Clint Eastwood, me puse a pensar si también hay relación con el género de piratas. Hay varios puntos en común obvios, aventuras violentas, personajes ultra-codificados, la apología de la libertad (debe ser por eso que esas películas pegan tanto entre el hombre domesticado), pero, sobretodo (y lo que permite hacerse la pregunta sobre la relación entre los géneros) un escenario en las orillas del mundo civilizado.
Me parece que la diferencia importante es la siguiente: el vaquero está efectivamente por fuera del sistema, donde las reglas y las leyes no aplican (el sheriff es un actor más) y donde cada cual está por su cuenta. Es así como muchas veces el climax del western se materializa cuando el personaje principal se enfrenta a un dilema moral que se presenta en su forma mas pura ya que el vaquero no tiene que rendirle cuentas a nadie diferente a si mismo. El vaquero es un solitario, si adhiere a un grupo es por una alianza circunstancial, sus dialogos son lacónicos y sus conflictos se resuelven rápido a punta de revolver. El pirata, en cambio, no está realmente por fuera de la sociedad sino que hace parte de una mini-sociedad que replica, de manera grotesca, la sociedad de origen. El pirata no está solo, hace parte de un colectivo con sus normas y jerarquías, que imitan aquellas de la sociedad de origen. Los piratas, que se refieren a si mismos como gentlemen of fortune, ponen especial cuidado en respetar una cierta etiqueta al hablarse entre ellos, tratandose mutuamente de “Mr.” o “Sir” (antes de darse bala o espada). La tripulación de un barco respeta una cierta jerarquía y hay un respeto, como en el resto de la sociedad victoriana de la época, tanto de la forma como de ciertas “leyes” superiores al individuo. Esa diferencia le da un sabor bien distinto a los dos tipos de escenario.
De ñapa, junto a este sesudo análisis, dejo dos citas piratezcas, in english:
Now and then we had a hope that if we lived and were good, God would permit us to be pirates, — Mark Twain
De La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson:
For thirty years,” he said, “I’ve sailed the seas and seen good and bad, better and worse, fair weather and foul, provisions running out, knives going, and what not. Well, now I tell you, I never seen good come o’ goodness yet. Him as strikes first is my fancy; dead men don’t bite; them’s my views—amen, so be it.